Mirar a alguien que mira

Mirar siempre ha sido una de mis mayores aficiones y mirar a alguien que mira representa para mí el punto máximo de dicha acción. No debe confundirse con mirar lo que mira alguien, no, me refiero a mirar a alguien que mira algo. Esa cara, ese pequeño instante íntimo donde aquella persona que miras siente que es solo ella y lo que está mirando pero no es así.
Mirar a alguien que mira es como ver la película completa ya que no solo miras a la persona que está mirando sino que además miras lo que está esa persona, claro si alguien está mirando que estás mirando esa persona se lleva el premio ya que está viendo la película en 3D  pero eso es algo que nunca podrás saber  a menos que dejes de ver a alguien que mira y veas a otra persona que está mirando algo y curiosamente ese algo seas tú.
Claro, esta actitud mía de observador silente va de la mano con aquel carácter de espía mío que no a pocos disgusta pero como eso es parte de lo que soy y no me molestaría en lo absoluto que alguien lo hiciera conmigo yo sigo haciendolo y me presento como tal. Un despreciable stalker.